viernes, 31 de agosto de 2012

JACK VUELVE (XII) Y ¡¡YA LLEGÓ EL "EPIC"!!

   BUENAS TARDES
   ¡YA ESTÁ QUÍ EL "EPIC"! EL LIBRO EN EL CUAL SE PUBLICA MI RELATO "REESURRECCIÓN". LA SEMANA QUE VIENE O LA SIGUIENTE SALDRÁ DE IMPRENTA Y POR FIN PODRÉ TENERLO EN MIS MANOS. LA PORTADA LA HE PUESTO A LA DERECHA, ES LA FOTO DEL DRAGÓN. LA PRIMERA TIRADA, DE COLECCIONISTA, CONSTA DE SÓLO 50 EJEMPLARES NUMERADOS A MANO, DE ESOS QUE LUEGO LOS FRIKIS PAGAN A PRECIO DE ORO. SI ALGUNO ESTÁIS INTERESADOS EN ADQUIRIRLO, SÓLO TENÉIS QUE PINCHAR ENCIMA DE LA FOTO Y ENTRARÉIS EN LA WEB DE TYRANNOSAURUS BOOKS, DIRECTAMENTE EN LA TIENDA ONLINE. AHÍ VERÉIS TODAS LAS CARACTERÍSTICAS Y LOS CONTENIDOS DEL LIBRO SU PRECIO, ETC. E INCLUSO PODÉIS CONTACTAR CON LA EDITORIAL EN CASO DE CUALQUIER DUDA. SON MUY AMABLES, NO LO DUDEIS.
   LA SEMANA QUE VIENE, TRAS LAS VACACIONES, EMPIEZAN A FALLAR LOS CONCURSOS A RAZÓN DE DOS O TRES CADA SEMANA. SI EN ALGÚN CASO SUEN LA FLAUTA OS IRÉ INFORMANDO CUMPLIDAMENTE A TRAVÉS DE LA LISTA DE CORREO Y AQUÍ MISMO.
   Y AHORA VAMOS CON NUESTRA CITA SEMANAL...
   GRACIAS A TODOS POR ESTAR AHÍ.
 
El hombre se acercaba lentamente. Faith se sentía inmovilizada, como una gacela delante de un león, paralizada por su propia indefensión y por la certeza de que su fin está próximo.
“No te preocupes. Tu momento aún no ha llegado”
Cuando la distancia que los separaba podía ser cubierta en un par de pasos, él alargó el brazo, pero ella se escabulló, haciendo caer un jarrón con flores que se estrelló contra el suelo. El desconocido fue más rápido, y la agarró por una muñeca.
“¿Pretendes escapar de mí? No seas ilusa”
Entonces la garganta de Faith se liberó. El alarido puso los pelos de punta a los habitantes de la casa.
****
Cuando todos acudieron al salón, éste se hallaba vacío. No se veía ni rastro de Faith. Sólo el jarrón roto en el suelo junto con el agua derramada y las flores esparcidas. Una ventana permanecía abierta. El viento azotaba las cortinas y la lluvia entraba calando el suelo.
—¡Hay que encontrar a mi hija! —Bramó Sir Richard— ¡Buscad por todas las habitaciones1 ¡Comprobad que la puerta de la calle esté cerrada!
La servidumbre, confusa, permanecía inmóvil. Contance lanzó un sollozo, horrorizada.
—¡Bastian, ven conmigo! —Sir Richard se dirigió al jardinero—. Vamos al jardín. La única posibilidad que se me ocurre es que haya salido por esa ventana.
—¡Señor, señor! —la voz provenía del exterior— ¡Vengan aquí, rápido!
—¡Es Frances! —dijo Bastian—. ¡Fue a por leña! Está ahí fuera —señaló hacia el exterior con un dedo.
Todos salieron corriendo al jardín. Allí, en medio de la lluvia torrencial, junto a un macizo de violetas, la silueta de Frances se recortaba oscura. A sus pies, un cuerpo yacía inmóvil.
****

viernes, 24 de agosto de 2012

JACK VUELVE (XI) Y UNA COSA PRECIOSA DE VERDAD

   BUENAS TARDES
   DESPUÉS DEL EXTRAÑO INCIDENTE DE LA SEMANA PASADA, VOLVEMOS CON JACK VUELVE Y CON UNA JOYA QUE HE SACADO DE FACEBOOK ESTA MAÑANA. OS RECOMIENDO QUE LO VEÁIS (Y ESCUCHÉIS) ENTERO. TE HACE VIBRAR POR DENTRO. ASOMBROSO, DE VERDAD.
 
 
   Y , SIN MÁS DILACIÓN VAMOS A VER QUÉ PASA CON FAITH ESTA SEMANA...
 
- ¿Es que no me escuchas? ¡La policía no sabe nada! Están dando palos de ciego en busca de alguna pista sobre la identidad del asesino, y la única persona que puede ayudarlos soy yo… si vivo para contarlo.
- ¡Oh, vaya! En ese caso nos encargaremos de que no estés sola ni un minuto al cabo del día. Déjame a mí esa parte, ya verás cómo pasado un tiempo tus temores desaparecen. Además de tu padre, estamos James y yo, y la servidumbre…
- Gracias por venir, Constance –Faith dedicó una lánguida sonrisa a su amiga-. No sé cómo es posible que todo esto haya ocurrido, pero te agradezco la compañía y los ánimos, aunque no me consuelen mucho.
- ¿Qué otra cosa podía hacer, tonta? ¿Para qué están los amigos? Dentro de una temporada todo esto te parecerá mentira, créeme. Las nubes negras pasarán y el cielo volverá a ser azul. Por cierto, esas nubes amenazan tormenta –dijo, elevando la vista hacia el cielo-. Será mejor que entremos.
 El cielo, encapotado, se fue oscureciendo progresivamente. Se levantó uno de esos vientos veraniegos cargados de humedad y de electricidad estática, que arrastran el polvo, las hojas y las pajas que el calor deposita cuidadosamente hora tras hora.
Apenas hubieron acabado de cenar, estalló el aguacero. Los relámpagos cruzaban el firmamento bañándolo todo en una cegadora luz que hacía que volviese el día durante un par de segundos para luego volver a sembrarlo todo de negrura. Se dispusieron a cerrar puertas y ventanas y se aseguraron las contraventanas en sus soportes para que no golpearan a causa del viento.
—Acompáñame al piso superior, Constance —Sir Richard ya subía los primeros peldaños de la amplia escalera que partía del hall—. Tú, Faith, querida, puedes ocuparte de la planta baja junto con la servidumbre. Cerrad bien todas las ventanas o la casa se anegará de agua. Frances —se dirigió a una de las doncellas—, cuida de que el fuego de la chimenea no se apague. Ve al cobertizo y trae más leña, si es preciso.
Todos se distribuyeron con presteza para ir cerrando los postigos de los grandes ventanales. Faith se dirigió al gran salón. Cuando ya había acabado la mitad de la tares, una ráfaga de viento derribó el retrato de su madre que descansaba sobre un regio aparador.
—¡Oh, vaya! Al final saldremos todos volando…
Sin perder ni un segundo, corrió a ponerlo de nuevo de pie. Un relámpago iluminó la habitación. El espejo que estaba colgado encima reflejó una silueta contra el perfil de una ventana situada frente a él. Una silueta masculina.
“Hola, querida. Volvemos a vernos”
Faith se volvió, con el corazón a punto de salir por la boca, apoyada contra el mueble.
—¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí?
El hombre entró en la casa de un salto, por encima de la poyata de la ventana. Era alto, de constitución más bien delgada. Vestía de forma elegante, chaleco y chaqueta con un pajarita. Su rostro, inicialmente oculto por el contraluz, se dibujó perfectamente a la luz de un nuevo relámpago. De nariz afilada y facciones angulosas, dos rasgos destacaban en aquella cara. El primero, una enorme cicatriz que comenzaba en la parte alta del pómulo izquierdo y llegaba hasta la barbilla. El segundo, unos insondables ojos oscuros que irradiaban maldad y odio. Faith no pudo evitar sentirse invadida por un terror nunca antes experimentado. Por un momento pensó en gritar para alertar a todo el mundo, pero él la contuvo.
“Ni se te ocurra. Sabes que no te conviene”

miércoles, 22 de agosto de 2012

PROBLEMAS LA ENTRADA DEL VIERNES ANTERIOR

   BUENAS TARDES

   POR MOTIVOS QUE NO HE SIDO CAPAZ DE SOLUCIONAR (DEBE HABER UNA MALDICIÓN SOBRE ESE RELATO) EL TEXTO QUE PUBLIQUÉ EL VIERNES PASADO NO SE VEÍA, COMO UNO DE VOSOTROS DIJO.
   TRAS MÚLTIPLES INTENTOS, NO HE SIDO CAPAZ DE SOLUCIONARLO, SI BIEN HE COMPROBADO QUE CON OTROS RELATOS LA EDICIÓN FUNCIONA PERFECTAMENTE. SI ALGUIEN TIENE CURIOSIDAD POR LEER AQUELLA RELIQUIA, DECÍDMELO Y OS LO PASARÉ POR CORREO ELECTRÓNICO.
   LO SIENTO MUCHO, ESTO ES COSA DE MEIGAS...
   HASTA PRONTO

viernes, 10 de agosto de 2012

JACK VUELVE (X) Y ALGUNA NOVEDAD

   BUENAS TARDES
   VAMOS PRIMERO POR LAS NOVEDADES. YA ESTÁ EN PREVENTA EL "EPIC" DE TYRANNOSAURUS B. EL LIBRO FINALMENTE SALDRÁ DE IMPRENTA EN SEPTIEMBRE, EN EDICIÓN NUMERADA DE COLECCIONISTA, PERO SEGURO QUE LUEGO IMPRIMEN MÁS SI HAY DEMANDA. LO PODÉIS VER AQUÍ


   EN SEGUNDO LUGAR, TENÉIS UN NUEVO RELATO CORTO PRESENTADO A CONCURSO. SE TITULA "TORMENTA" Y ES UN POCO INQUIETANTE. COMO SIEMPRE, PINCHANDO ARRIBA, EN LA PESTAÑA "RELATOS CORTOS".
   Y AHORA VAMOS POR EL TROCITO DE "JACK VUELVE"

            - Ya veo –sacó de su bolsillo una pequeña libreta y un lápiz e hizo un par de breves anotaciones-. Y también le han explicado lo que le hicieron a su doncella ¿verdad?
            - Pues… no. Nadie ha entrado en detalles, supongo que para no herir mi sensibilidad, lo cual, a decir verdad, me parece absurdo. No soy ninguna damisela pusilánime, sargento. La vida me ha hecho madurar más rápido de lo debido, pero esta circunstancia también tiene su lado bueno, créame.
            - Como guste, Lady Thornton. Veo que además de ser una dama, es usted una persona de carácter. De todas formas, estuvo presente en el escenario, y tarde o temprano lo recordará, así que supongo que no está demás que se vaya preparando -o quizá ya estés preparada, pensó. Su sexto sentido de policía sonaba como una sirena. Aquella mujer no tenía ni la pinta ni la mentalidad de un asesino, pero allí había algo que no terminaba de encajar-. El asesino de su doncella se ensañó con ella. Utilizó un enorme cuchillo con el que la abrió en canal, como un cerdo. Luego se llevó el corazón y el hígado, si bien no sabemos aún porqué lo hizo. Una cosa más antes de marcharme, lady Thornton, y necesito que haga un esfuerzo de memoria ¿recuerda usted haber visto a alguien salir o entrar en el callejón? Sólo hay una entrada y una puerta que da al mismo… ¿qué me dice?
            Faith no dijo nada. Boquiabierta y pálida, su mirada estaba perdida en la lejanía.
****
            Cuando la pequeña comitiva llegó por fin a la casa de campo de los Thornton, todo estaba listo para que los señores se sintieran como en su propia casa. Constance finalmente había conseguido persuadir a Faith para que le permitiese acompañarla en su viaje.
            Mientras la servidumbre descargaba los equipajes y Sir Ricahrd repartía instrucciones al personal, ambas jóvenes permanecieron unos instantes contemplando el frescor de la naturaleza que las rodeaba. Contstance miraba con preocupación a su amiga, que parecía aún más pálida tras la visita de aquel sargento de policía. No debí dejarles a solas, pensó, Faith aún no estaba en condiciones de soportar un interrogatorio.
            - La idea de tu padre de venir aquí unos días me parece totalmente acertada, querida. El aire puro del campo y la tranquilidad te ayudarán en tu recuperación. Estoy segura.
            - No sé qué decirte, Constance. Sabes que detesto venir a esta casa, los días se me hacen eternos sin nada que hacer. Pero tienes razón en que necesito un poco de sosiego, los acontecimientos de los últimos días me han dejado exhausta. Aún me cuesta creer lo que le hicieron a la pobre Daisy, y temo que llegue el momento en que recupere la memoria. Imagínate, puede que viera al asesino y su rostro esté escondido en algún recoveco de mi memoria borrada.
            - No lo pienses, Faith. Simplemente descansa. Saldremos a pasear, leeremos y coseremos, si eso es lo que te apetece.
- Pero Constance, ¿no te das cuenta de lo que eso implica? Si vi a ese hombre y él me vio a mí, entonces no querrá dejar ningún testigo con vida… ¡Vendrá por mí!
- Vamos Faith, no te precipites –Constance intentó tranquilizarla dándole unos suaves golpecitos en el brazo-. No sabemos si nada de todo eso es cierto. Si la policía sospechase siquiera…

jueves, 2 de agosto de 2012

JACK VUELVE IX Y UN NUEVO RELATO CORTO

   BUENAS NOCHES
   ESTA SEMANA TENEMOS, EN LA PESTAÑA "RELATOS CORTOS", UN NUEVO RELATO PRESENTADO A "ESTA NOCHE TE CUENTO". EL TEMA DE AGOSTO ES "AZUL... MARINO". EL RELATO SE TITULA "AZUL CARIBE". OJALÁ OS GUSTE.
   Y AHORA VAMOS CON NUESTRA SESIÓN HABITUAL DE JACK VUELVE...

- Simplemente me gustaría que me respondiese a unas sencillas preguntas, ejem, en privado –y dirigió una mirada elocuente a Constace.
- Pero mi amiga no se encuentra en condiciones de… aún no se ha repuesto…
- Constance, el sargento tiene razón. Por favor, déjanos a solas. No te preocupes, estaré perfectamente.
- Me quedaré en el piso de abajo, en la cocina. Si necesitas algo llámame -Constance salió, dirigiendo al sargento una mirada por encima del hombro.
“Me revientan estas señoritingas estiradas. Sólo por el dinero que tienen sus familias piensan que su mierda huele mejor que la de los demás”. Cuando la puerta se hubo cerrado, el sargento se quitó el casco y se acomodó en la silla que Constance había desocupado.
- Si me lo permite, aceptaré su oferta de antes -esbozó una ligera sonrisa de sabueso. Era un hombre cuarentón, de cabello ralo y rubio. Un delgado bigote realzaba su boca, de labios finos y expresión severa-. Dígame, Lady Thornton, ¿Qué era exactamente lo que hacía usted en ese callejón? Comprenderá que no es el lugar más indicado para una dama de su posición.
- Está usted en lo cierto, sargento… ¿Pileggi? No sólo no es el lugar indicado, sino que yo jamás habría entrado allí, y menos yo sola, de no ser por…
Durante un par de segundos de indecisión, Faith no supo cómo concluir la frase y el sargento permaneció expectante, hasta que no pudo contenerse más.
- ¿Por qué? ¿Por qué lo hizo?
- Verá, sargento, no sé si me va a creer, pero… me llamaron. Una voz me ordenó que fuese allí.
- ¿Cómo? ¿Dice usted que alguien la llamó y usted obedeció, sin más?
- Me cuesta creerlo a mí misma, pero… no tuve elección. Fue como si una irresistible corriente de aire me obligase a hacerlo. Durante unos momentos deseé escapar de allí, pero después… no lo recuerdo. Sólo sé que seguí adelante y lo siguiente está borrado de mi memoria, de verdad. Quizás las piezas vuelvan a encajar en algún momento, pero me temo que ahora no puedo serle de gran ayuda. En cuanto mis recuerdos se despejen, yo misma iré a la comisaría y se lo haré saber, créame.
            - Bien. Supongo que cuando se mejore podremos determinar los detalles con más precisión –el sargento se acomodó en la silla-. Supongo que sabe que la víctima era su criada, una tal Daisy Smith.
            Faith notó cómo las lágrimas volvían a rodar por sus mejillas. El labio inferior le temblaba ligeramente. Sorbiendo la nariz y respirando con fuerza, consiguió decir:
            - Sé quién era la víctima. Me lo han contado, porque gracias a Dios no consigo recordarlo. Daisy no era una criada, sargento. Era mi doncella personal, y la apreciaba muchísimo. Yo no soy la clase de persona que desprecia a los demás por su condición social, no se equivoque. El personal que trabaja en esta casa es tratado con el debido respeto y atención. Y ella era especial para mí –Fatih se detuvo para sonarse la nariz-. Aún me cuesta creer que no va a aparecer por esa puerta para preguntarme si necesito algo más antes de marcharse.